Mantenía
una conversación el otro día con un grupo de libreros que culpaban
de la bajada de ventas al nuevo formato electrónico y a la
piratería. Yo, la verdad, no pude disimular mi desacuerdo y me
amparaba en ciertos datos y además en dos sentidos muy poco
valorados hoy en día: el sentido común y el de la vista.
Les
explicaba que el lector electrónico está aún muy poco extendido en
España, la venta de ebooks supone todavía un porcentaje muy bajo de
las ventas totales, por no hablar de que un ebook de un autor
conocido o de un libro exitoso suele tener también un precio
demasiado elevado. Por otro lado, muy poquitos de los libros que
copan las listas de ventas, por no decir ninguno, han salido siquiera
en ebook. Busquen a Grey, Juego de Tronos, biografías de alcurnia o
a Jorge Javier en digital, verán que sus editoriales ni se plantean
editarlos en ebook porque sus lectores se los llevan en papel a
paladas.
La
piratería. Basta echar un vistazo a los engendros escaneados que se
suben a la red para ver que el pirateo de libros sigue sin merecer la
pena. Si el precio del ebook es justo, siempre será mejor descargar
por lo legal un libro bien maquetado y adaptado al formato que
dejarse los ojos leyendo archivos de pésima calidad. El que piratea
es a menudo un cleptómano compulsivo que llenará su ordenador con
cientos de pdf y doc que no podrá leer en su vida. Y ése no iba a
ir a buscarlos a las librerías.
La
vista. Si antes era habitual ver en los parques, la guagua o el metro
a cinco personas leyendo, ahora vemos a las mismas cinco más dos o
tres que leen en ebook ya sea en tabletas, lectores o teléfonos.
Para los que nos gusta leer pero no nos podemos permitir tanto libro
en papel como antaño, el ebook es una maravillosa alternativa. Para
evitar chascos inesperados cuando has pagado un libro caro y ya en la
página cien no hay quien lo continúe, el ebook también es un
desahogo. El lector fiel de tal autor o tal saga no dudará en
pillarlo en papel, sin tener que renunciar a leer otros libros por no
poder costearlos.
La
gente no lee porque hace otras cosas en su tiempo libre. Internet,
los teléfonos inteligentes y las tabletas han traído un montón de
nuevas opciones de lectura, pero también de jugar, chatear y
relacionarse. Quizá está ahí el quid de la cuestión, en si la
lectura sigue ocupando un lugar principal en nuestro ocio, pero desde
luego el libro digital y el de papel son perfectamente
complementarios.
Sentencié
entonces, para terminar, que el ebook no está haciendo bajar las
ventas de libros sino las ventas de SUS libros. No son pocas las
librerías que a través de sus páginas web ya están vendiendo
libros electrónicos en colaboración con las editoriales. El Corte
Inglés vende ebooks, la Casa del Libro también, Amazon y Fnac no
dejan de ser una enorme tienda de todo y venden libros electrónicos.
Así,
están naciendo nuevas editoriales digitales y las grandes editoras
están abriendo nuevas ramas para editar libros electrónicos
propios. Es el caso del Grupo Planeta, por ejemplo, con quien a
través de su nuevo sello, Ediciones Tagus, tengo la suerte de
estrenar mi nueva novela, “Despiértame para verte morir”,
en flamante, barato y ajeno a las fronteras formato digital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario